¡El amor por uno mismo no es egoísmo!

¡Y sin haberlo planeado me ha salido un pareado!

¿Qué tal maravilla? ¿Cómo estas en este magnífico día?

Hoy voy a hablarte del el amor por uno mismo y porque es sano tenerlo. En su libro «Morir para ser yo» Anita Moorjani nos habla de su experiencia cercana a la muerte tras padecer un agresivo cáncer linfático y de las enseñanzas que trajo del más allá entre las que se encontraba el amor por uno mismo y la importancia que tiene para nuestro bienestar y el de las personas que nos rodean.

Durante su estancia en el más allá Anita descubrió que, entre otras cosas, somos seres maravillosos hagamos lo que hagamos, que somos seres amados profundamente por el Universo, la Fuente o Dios, como lo quieras llamar, solo por el hecho de existir y que no tenemos que hacer nada especial para merecer este amor.

Allí, se dio cuenta de que, y cito textualmente » cuando comprendemos que todos y cada uno de nosotros estamos en el corazón mismo del Universo Infinito, que somos su centro esencial, lo que se convierte en primordial es precisamente nuestra centralidad dentro del Todo, y vemos entonces el valor que tiene quererse a sí mismo. Porque no podemos dar lo que no tenemos»

En nuestra cultura se nos ha enseñado que quererse a uno mismo es egoísta, que hay que mirar por los demás, no nos enseñan a amarnos o valorar quienes somos, pero si hacemos eso tendremos muy poco que ofrecer a los demás. Solo si tenemos nuestra copa llena de amor podremos dar a los demás. Solo amándonos y aceptándonos con respeto y compasión es cuando podremos ofrecer eso mismo a los demás. Anita dice que quererse a sí mismo es lo primero y querer a los demás es el resultado posterior inevitable. Que el egoísmo proviene de amarse muy poco a uno mismo, que somos egoístas porque tratamos así de compensar nuestra carencia. Que nuestro mundo sufre debido a que hay mucha carencia de amor por uno mismo, y demasiados juicios, críticas, demasiadas inseguridades, miedos y desconfianzas y que si todos nos quisiéramos más desaparecerían esas dolencias.

También nos dice que descubrió que lo único que hay que hacer es ser uno mismo, sin juzgarse o sentirse inadecuado.

Si todos provenimos de la misma Fuente y esta Fuente es puro amor, nuestra esencia, nuestro verdadero yo, también es puro amor y  por tanto ser nuestro verdadero yo y ser amor son ¡una y la misma cosa! Si no nos queremos a nosotros mismos significa que despreciamos esta maravillosa obra que el Universo ha hecho con nosotros, si nos reprimimos a nosotros mismos por quedar bien, por encajar en la sociedad, buscando la aprobación de los demás, estaremos dejando de seguir el impulso de nuestro precioso corazón y rehusando a expresar lo que somos realmente, nuestra verdad.

Somos joyas únicas y exquisitas del Universo y como tal nos tenemos que tratar. Cada uno de nosotros expresamos una faceta del Todo, expresamos de manera única y exclusiva esa parte que el Todo quiere que seamos en este mundo aquí y ahora, ya que ningún otro puede hacerlo cómo nosotros lo hacemos.

Somos joyas únicas y exquisitas del Universo

Así que ámate como el ser maravilloso y único que eres, haz cosas que expresen tu verdadera esencia, tu verdadero yo, escucha tu corazón cuando vayas a hacer o decir algo, para unos segundos y actua desde tu  centro, desde tu corazón y entonces, al rendirte a tu verdadero ser y amar lo que realmente eres de forma incondicional, solo entonces podrás empezar a amar y a dar a los demás.

Canta, baila, ríe, haz aquello que te haga feliz, disfruta con la vida, ámate a ti mismo y desde ese amor por ti podrás dar a los demás.

Besos desde el corazón.